Todo
empezó el primer día de clase, cuando ella entró por la puerta; yo no tenía
ojos para otra persona. Llegaba algo tarde pero no le pasó nada.
Era
preciosa, tenía el pelo largo, rubio con mechas rosas, de estatura media, pero
lo que más me llamó la atención fueron sus pequeños ojos maquillados y de color
negro.
Al
terminar la clase, me acerqué para preguntarle cómo se llamaba, pero mi mejor
amigo se me adelantó y parecía estar tan coladito por ella como yo. Me fui con
ellos para hablar, pero por más que lo intentaba, él me interrumpía.
¡No lo soportaba
más!
¡No se estaba
comportando como un mejor amigo, me
estaba dando de lado!
Pasaba todos los
patios con ella. Pero solo cuando podía.
No
lo soporté más, así que le chillé que ya no quería estar más con él y que era
el peor amigo del mundo, aunque por su
rostro no parecía estar enfadado y me contestó que a él también le
gustaba pero que era inaccesible para ellos dos ya que era su profesora.
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